
¿CÓMO INFLUYEN LAS HORMONAS EN LA CALVICIE Y LA SALUD DEL CABELLO?
Las hormonas son una de las sustancias más importantes en nuestro cuerpo. Están presentes en cada uno de nosotros, en algunos en menores cantidades, y en otros en cantidades un poco mayores. Controlan y regulan todas las funciones vitales, como el metabolismo, la respiración, el crecimiento, la reproducción, el sueño, etc., e influyen en el cabello y la calvicie.
Tanto las hormonas masculinas como las femeninas afectan al cabello y están presentes en los cuerpos de ambos sexos. Las hormonas masculinas, conocidas como andrógenos —la más conocida de ellas es la testosterona—, estimulan el crecimiento del cabello en el cuero cabelludo y en otras partes del cuerpo, como en la cara, la espalda o el pecho. El cabello y el vello suelen ser oscuros, fuertes y largos. Sin embargo, los andrógenos también causan calvicie. En los hombres propensos a la alopecia, la testosterona se convierte en dihidrotestosterona, más conocida como DHT. La DHT se une a las células de los folículos capilares, altera su ciclo de crecimiento y finalmente destruye el folículo. Este tipo de calvicie es irreversible, aunque algunos medicamentos pueden ralentizarla ligeramente en sus primeras etapas. Suele aparecer en hombres después de la pubertad, cuando los niveles de testosterona disminuyen ligeramente.
Los andrógenos también influyen en el cabello de las mujeres. Son producidos por los ovarios y las glándulas suprarrenales en cantidades mucho menores que en los testículos masculinos. Sin embargo, en algunos casos, las glándulas sexuales pueden producir demasiada testosterona; entonces, en las mujeres se presenta hirsutismo, es decir, un exceso de vello corporal, especialmente en áreas donde las mujeres generalmente no tienen vello, como en el pecho, la espalda, el abdomen y la cara. Además, un exceso de testosterona puede llevar a la calvicie en mujeres, conocida como alopecia androgénica. Si el vello aparece de repente, podría ser un síntoma de un tumor, y es necesario acudir al médico de inmediato.
En ambos sexos, alrededor de los cuarenta años, los niveles de andrógenos en el cuerpo comienzan a disminuir, y el cabello se vuelve más fino y escaso.
A diferencia de los andrógenos, los estrógenos —hormonas femeninas— ralentizan el crecimiento del vello, lo hacen más fino y corto, por lo que las mujeres suelen tener menos vello que los hombres. Los cambios en los niveles de estrógenos, como durante la menopausia o el embarazo y el posparto, también afectan al cabello. Su textura, forma y velocidad de crecimiento pueden cambiar. Algunas mujeres pueden notar una pérdida de volumen en su cabello, mientras que en otras el cabello rizado puede volverse liso, y viceversa... Si una mujer tiene predisposición genética, estos cambios hormonales pueden acelerar la caída del cabello. Lo contrario sucede durante el embarazo: los niveles de estrógeno y progesterona son altos, por lo que más cabello de lo normal entra en la fase de crecimiento; como resultado, las mujeres embarazadas tienen el cabello más abundante y bonito, pero este puede caerse repentinamente después del parto. Este cambio es temporal, ya que el equilibrio hormonal pronto se restablece.
Un proceso similar ocurre en el cuerpo al tomar anticonceptivos. La ausencia de ovulación se interpreta como un estado de embarazo, y el cabello crece rápidamente; sin embargo, al dejar de tomar las pastillas, muchas mujeres notan una mayor caída del cabello.
No solo los hormonas sexuales afectan la salud del cabello, sino que, según investigaciones recientes, el correcto funcionamiento de la tiroides y los niveles altos o bajos de las hormonas T3 y T4 también juegan un papel importante.
La tiroides es una glándula con forma de mariposa ubicada en el cuello, justo debajo de la laringe, que rodea la tráquea. Su única función es producir hormonas que regulan los niveles de energía y la reproducción de todas las células del cuerpo. Según las investigaciones más recientes, dos hormonas tiroideas, la T3 y la T4, afectan directamente al cabello. Si sus niveles son demasiado altos o bajos, el cabello puede volverse quebradizo, frágil, fino, sin brillo y caerse con rapidez.
Dado que estos hallazgos son relativamente nuevos, los médicos aún no recetan medicamentos para la función tiroidea simplemente en casos de cabello fino y quebradizo, aunque este también puede ser un síntoma. Para un diagnóstico adecuado, es necesario realizar un análisis de sangre.
El cabello bonito afecta más a nuestra autoestima que a nuestra salud, pero debemos recordar que ante cualquier cambio repentino en el crecimiento del cabello o el vello corporal, es importante acudir al médico, ya que algunos cambios podrían no ser tan inofensivos como parecen.
Etiquetas: Hormonas Calvicie Salud del Cabello Andrógenos Testosterona DHT Estrógenos Tiroides T3 T4 Hirsutismo Alopecia Androgénica Caída del Cabello Crecimiento del Cabello Embarazo Menopausia Anticonceptivos
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