¿CUÁNDO APARECE LA CALVICIE FEMENINA?

Cuando se escucha la palabra "calvicie" (término médico: alopecia), muchas personas probablemente piensen primero en un hombre de mediana edad con un área brillante en la coronilla. Es cierto que la calvicie afecta con mayor frecuencia a los hombres que a las mujeres, pero las mujeres tampoco están completamente exentas. Se estima que entre el 25 y el 40 por ciento de las mujeres, especialmente las de mayor edad, padecen algún tipo de alopecia.

¿Cuándo y por qué comienza la pérdida de cabello en las mujeres? Las causas son múltiples y pueden manifestarse en cualquier etapa de la vida, provocando una calvicie parcial o total. Los factores responsables varían según la persona y el género; la calvicie femenina y masculina no son idénticas, aunque a menudo tienen un origen similar o incluso idéntico. No obstante, el principal motivo de la reducción del cabello en ambos sexos suele ser la influencia de las hormonas masculinas, conocidas como andrógenos.

Los andrógenos, pese a su nombre, se encuentran en los cuerpos de ambos sexos. La más conocida de estas hormonas es la testosterona.

En los hombres, los andrógenos son responsables del desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, mientras que en las mujeres, además de iniciar la pubertad, tienen muchas otras funciones importantes. La más relevante es su transformación en estrógenos, y también regulan diversas funciones de los órganos internos.

El nivel de hormonas masculinas en el cuerpo femenino es bajo, pero a veces puede ser ligeramente alto o bajo, lo que puede generar problemas. Un nivel bajo puede causar fatiga, baja autoestima, deseo sexual reducido o problemas óseos; mientras que un nivel alto puede causar acné, hirsutismo (crecimiento excesivo de vello corporal), síndrome de ovario poliquístico (PCOS) y, por supuesto, calvicie. La pérdida de cabello suele comenzar en la adolescencia tardía y, a diferencia de los hombres, en las mujeres el cabello se vuelve más fino antes de caer. Esto puede continuar hasta la menopausia, donde a menudo se hace más evidente.

La pérdida de cabello no siempre se debe a niveles altos de andrógenos; también puede ser resultado de una sensibilidad excesiva a estos, lo cual produce el mismo efecto en la práctica.

Aunque los andrógenos son la causa más común de calvicie en las mujeres, no es la única. Hay muchas otras causas, que se pueden dividir en factores externos e internos. Los factores externos son aquellos sobre los que podemos tener cierto control, como el estrés, la pérdida de peso drástica, ciertos medicamentos, el tabaco o el exceso de tratamientos capilares; mientras que los internos incluyen problemas en la glándula tiroides, embarazo, falta de hierro, enfermedades diversas, envejecimiento y factores hereditarios, entre otros. En los factores internos, no tenemos influencia.

Muchos factores externos, como el estrés o el tabaco, pueden no parecernos tan amenazantes, pero tienen efectos negativos significativos en nuestro cuerpo, incluyendo la caída excesiva de cabello. Esta se manifiesta semanas después de un evento estresante, y en un plazo de dos meses el cabello puede caerse por completo, aunque más tarde vuelve a crecer, ya sea pronto o después de algún tiempo. En estos casos, la calvicie es temporal y el cabello suele recuperarse total o parcialmente una vez que cesa la influencia de las sustancias dañinas. Esto también aplica a los daños causados por el uso excesivo de champús fuertes, secado con aire caliente o tintes demasiado agresivos.

A diferencia de los factores externos, los internos pueden dañar el cabello de forma permanente o hacer que este se regenere más lentamente, afectando principalmente a las mujeres de mediana o avanzada edad. Por ejemplo, durante el embarazo, la caída del cabello suele aparecer después del parto y dura hasta que el equilibrio hormonal se restablece; lo mismo ocurre con el envejecimiento. Enfermedades como la psoriasis o el lupus pueden causar pérdida de cabello temporal o permanente, tanto en niñas jóvenes como en madres o abuelas. La forma más grave es la alopecia universal, que afecta a todo el vello corporal, aunque también existen formas menos graves, como la alopecia areata y la alopecia total, que causan pérdida de cabello en zonas pequeñas o en toda la cabeza. La alopecia como enfermedad es solo parcialmente tratable. Puede ocurrir en hombres, mujeres e incluso niños. Luego están los factores genéticos. ¿Su madre tiene el cabello fino y ralo? ¿Su abuela tiene áreas sin cabello en la cabeza? Si es así, es posible que usted tenga una predisposición genética a la calvicie, ante la cual lamentablemente ninguna medida preventiva es efectiva.

Por supuesto, hay muchas más causas de la calvicie, algunas conocidas, otras no, y algunas pueden ser controladas, mientras que otras no. Sin duda, una vida estresante y otros factores externos dañan el cabello, lo debilitan y lo hacen más fino, lo que puede llevar a una pérdida temporal o definitiva. Por lo tanto, es mejor evitar estos factores por completo, y el mercado ofrece una amplia gama de productos de calidad que cuidan el cabello sin dañarlo, devolviendo algo de volumen y brillo al cabello ya fino y debilitado.