CAÍDA DEL CABELLO DURANTE EL EMBARAZO

Cada embarazo representa una forma de estrés para el cuerpo de la mujer, una desviación del estado hormonal normal, y todo tipo de estrés deja algunas consecuencias. Durante el embarazo, los niveles hormonales cambian: las concentraciones de estrógeno y progesterona en la sangre aumentan significativamente, lo que inhibe la hormona masculina, la testosterona. Como la testosterona es la principal responsable de la caída del cabello en ambos sexos, la mayoría de las mujeres experimentan un cabello más abundante y brillante durante el embarazo, y la caída del cabello casi se detiene. Sin embargo, esto no es cierto para todas las mujeres; algunas pueden experimentar el proceso contrario, con una pérdida masiva de cabello.

Los científicos aún no han explicado con exactitud por qué ocurre este fenómeno. Una posibilidad es la falta de vitaminas y minerales esenciales, que afecta tanto a otras partes del cuerpo como a nuestro cabello. Otra posibilidad es el propio estrés, que puede tener grandes consecuencias para el cuerpo, incluso sin el embarazo, tales como insomnio, irritabilidad, enojo, dolores musculares, en el pecho, dolores de cabeza y, por supuesto, la caída del cabello. Una tercera posibilidad es que, debido a los altos niveles de progesterona en la sangre, el cabello se vuelve seco y, por lo tanto, más quebradizo, lo que puede dar la impresión de que el cabello se está cayendo si se rompe desde la raíz.

Sin embargo, si en este período sensible notamos una pérdida de cabello excesiva, debemos consultar a un médico, ya que una pérdida significativa de cabello puede ser un síntoma de otro problema más grave que podría afectar tanto a la madre como al bebé.

Más común que durante el embarazo es la caída del cabello en mujeres después del parto, cuando los niveles hormonales en la sangre caen drásticamente, haciendo que todo el cabello que creció "nuevo" durante el embarazo se caiga. Este tipo de pérdida de cabello es experimentado por la mayoría de las mujeres, aunque no por todas.

Además, el crecimiento del cabello durante el embarazo varía de una mujer a otra. Aproximadamente un tercio informa tener un cabello más abundante, brillante y fuerte, especialmente en el tercer trimestre, cuando los niveles de estrógeno y progesterona están en su punto máximo. Otro tercio experimenta un cabello inusualmente seco y quebradizo y necesita utilizar productos hidratantes adicionales para mantener el cabello en un estado razonablemente normal. El último tercio de las mujeres no nota ningún cambio.

Si experimentamos una mayor pérdida de cabello durante el embarazo o si nuestro cabello está frágil y quebradizo, la mejor prevención contra la caída adicional es un buen cuidado y una dieta rica en vitaminas y minerales esenciales. Debemos usar champús y acondicionadores suaves y no cepillar el cabello de forma demasiado agresiva o frecuente; además, no es recomendable atarlo en una cola de caballo con demasiada frecuencia, ya que el tirón facilita su ruptura. Y debemos evitar las planchas de cabello y los tintes demasiado "químicos" que pueden dañar permanentemente no solo el cabello en sí, sino también su raíz, que es mucho más difícil de regenerar.